La cathédrale est un cœur.
Comment ai-je pu dire
que la cathédrale de Strasbourg
était un cœur?
Pour la même raison
que vous pourriez dire
que nous sommes une branche d’étoiles
que les anges ont des mains de poupée
que le bleu est en danger de mort
qu’il déteste les surhommes
et qu’il préfère les hommes de neige
qui fondent sur une plage d’été
entourés de lampes à pétrole.
La cathédrale est un cœur.
La tour est un bourgeon.
Avez-vous compté les marches
qui mènent à la plate-forme?
Elles deviennent chaque soir de plus en plus nombreuses.
Elles poussent.
La tour tourne
et tourne autour d’elle.
Elle tourne elle pousse
elle danse avec ses saintes
et ses saints
avec ses cœurs.
S’envolera-t-elle avec ses anges
la tour de la cathédrale de Strasbourg?
La cathédrale de Strasbourg
est une hirondelle.
Les hirondelles
croient aux anges de nuages.
Les hirondelles
ne croient pas aux échelles.
Pour monter en l’air
elles se laissent tomber en l’air
dans l’air tissé
de bleu infini.
La cathédrale de Strasbourg
est une hirondelle.
Elle se laisse tomber dans le ciel ailé
dans l’air des anges.
La catedral es un corazón
La catedral es un corazón.
¿Cómo he podido decir
que la catedral de Estrasburgo
es un corazón?
Por la misma razón
que ustedes podrían decir
que somos una rama de estrellas
que los ángeles tienen manos de muñeca
que el azul está en peligro de muerte
que detesta a los superhombres
y prefiere los muñecos de nieve
que se derriten en una playa estival
rodeados de lámparas de petróleo.
La catedral es un corazón.
La torre, un brote.
¿Han contado los escalones
que llevan a la plataforma?
Cada noche son más numerosos.
Se multiplican.
La torre gira
y gira a su alrededor.
Gira crece
danza con sus santas
y sus santos
con sus corazones.
¿Echará a volar con sus ángeles
la torre de la catedral de Estrasburgo?
La catedral de Estrasburgo
es una golondrina.
Las golondrinas
creen en los ángeles de nubes.
Las golondrinas
no creen en las escalas.
Para ascender por el aire
se dejan caer en el aire
el aire tejido
de azul infinito.
La catedral de Estrasburgo
es una golondrina.
Se deja caer en el cielo alado
en el aire de los ángeles.
lunes, 9 de febrero de 2015
domingo, 8 de febrero de 2015
Ronald Stuart Thomas: Via negativa
Why no! I never thought other than
That God is that great absence
In our lives, the empty silence
Within, the place where we go
Seeking, not in hope to
Arrive or find. He keeps the interstices
In our knowledge, the darkness
Between stars. His are the echoes
We follow, the footprints he has just
Left. We put our hands in
His side hoping to find
It warm. We look at people
And places as though he had looked
At them, too; but miss the reflection.
¡Por qué el no! Nunca creí otra cosa sino
que Dios es esa gran ausencia
en nuestras vidas, el vacío silencio
que hay en ellas, el lugar donde
buscamos, sin pretensiones de
llegar ni encontrarlo. Cubre los intersticios
del conocimiento, la oscuridad
entre los astros. Suyos son los ecos
que seguimos, las huellas que ha
dejado. Extendemos las manos
hacia él esperando encontrarlo
acogedor. Miramos a la gente
y los lugares como si él los hubiera mirado
también; pero no atrapamos el reflejo.
sábado, 7 de febrero de 2015
Federico García Lorca: A Margarita Xirgu
Si me voy, te quiero más,
Si me quedo, igual te quiero.
Tu corazón es mi casa
y mi corazón tu huerto.
Yo tengo cuatro palomas,
cuatro palomitas tengo.
Mi corazón es tu casa
¡y tu corazón mi huerto!
Si me quedo, igual te quiero.
Tu corazón es mi casa
y mi corazón tu huerto.
Yo tengo cuatro palomas,
cuatro palomitas tengo.
Mi corazón es tu casa
¡y tu corazón mi huerto!
viernes, 6 de febrero de 2015
Katherine Mansfield: The Storm
I ran to the forest for shelter,
Breathless, half sobbing;
I put my arms round a tree,
Pillowed my head against the rough bark.
“Protect me,” I said. “I am a lost child.”
But the tree showered silver drops on my face and hair.
A wind sprang up from the ends of the earth;
It lashed the forest together.
A huge green wave thundered and burst over my head.
I prayed, implored, “Please take care of me !”
But the wind pulled at my cloak and the rain beat upon me.
Little rivers tore up the ground and swamped the bushes.
A frenzy possessed the earth : I felt that the earth was drowning
In a bubbling cavern of space. I alone—
Smaller than the smallest fly—was alive and terrified.
Then, for what reason I know not, I became triumphant.
“Well, kill me !” I cried and ran out into the open.
But the storm ceased : the sun spread his wings
And floated serene in the silver pool of the sky.
I put my hands over my face : I was blushing.
And the trees swung together and delicately laughed.
La tormenta
Breathless, half sobbing;
I put my arms round a tree,
Pillowed my head against the rough bark.
“Protect me,” I said. “I am a lost child.”
But the tree showered silver drops on my face and hair.
A wind sprang up from the ends of the earth;
It lashed the forest together.
A huge green wave thundered and burst over my head.
I prayed, implored, “Please take care of me !”
But the wind pulled at my cloak and the rain beat upon me.
Little rivers tore up the ground and swamped the bushes.
A frenzy possessed the earth : I felt that the earth was drowning
In a bubbling cavern of space. I alone—
Smaller than the smallest fly—was alive and terrified.
Then, for what reason I know not, I became triumphant.
“Well, kill me !” I cried and ran out into the open.
But the storm ceased : the sun spread his wings
And floated serene in the silver pool of the sky.
I put my hands over my face : I was blushing.
And the trees swung together and delicately laughed.
La tormenta
Corrí al bosque a buscar un refugio,
sin aliento, casi llorando,
puse los brazos alrededor de un árbol
apoyé la cabeza en la áspera corteza
y le dije “protégeme, soy una niña perdida”.
Y el árbol me roció la cara y el pelo con gotas de plata.
De los confines de la tierra se alzó un viento
que azotó al bosque,
una ola enorme y verde tronó y estalló sobre mi cabeza.
Supliqué, imploré: “¡cuídenme, por favor!”
El viento me arrancó la capa y la lluvia me golpeó.
Pequeños ríos rasgaron el suelo anegando los arbustos.
La tierra cayó presa de un frenesí: parecía que se ahogaba
burbujeando en una cueva del espacio. Y solamente yo—
más ínfima que la más ínfima mosca—estaba viva y aterrada.
Después, por qué razón lo ignoro, me sentí triunfal.
Está bien, mátame —grité, y corrí a la intemperie.
Y la tormenta cesó: el sol extendió sus alas
y flotó sereno en el lago plateado del cielo.
Me toqué el rostro: enrojecido
y los árboles se balancearon al unísono y, delicadamente, rieron.
jueves, 5 de febrero de 2015
Billy Collins: Picnic, Lightning
It is possible to be struck by a
meteor or a single-engine plane while
reading in a chair at home. Pedestrians
are flattened by safes falling from
rooftops mostly within the panels of
the comics, but still, we know it is
possible, as well as the flash of
summer lightning, the thermos toppling
over, spilling out on the grass.
And we know the message can be
delivered from within. The heart, no
valentine, decides to quit after
lunch, the power shut off like a
switch, or a tiny dark ship is
unmoored into the flow of the body’s
rivers, the brain a monastery,
defenseless on the shore.
This is what I think about when I shovel
compost into a wheelbarrow, and when
I fill the long flower boxes, then
press into rows the limp roots of red
impatiens — the instant hand of Death
always ready to burst forth from the
sleeve of his voluminous cloak.
Then the soil is full of marvels, bits of
leaf like flakes off a fresco,
red-brown pine needles, a beetle quick
to burrow back under the loam. Then
the wheelbarrow is a wilder blue, the
clouds a brighter white,
and all I hear is the rasp of the steel edge
against a round stone, the small
plants singing with lifted faces, and
the click of the sundial as one hour
sweeps into the next.
Picnic, Relámpago
Es posible ser golpeado por un
meteorito o por una avioneta
mientras lees en una silla en casa. Los peatones
son aplastados por cajas fuertes que caen de
los tejados sobre todo en las tiras
cómicas, pero aún así, sabemos que es
posible, así como lo es el destello de un
relámpago de verano, como el termo que cae,
desparramándose sobre la hierba.
Y sabemos que el mensaje puede
venir desde el interior. El corazón, sin
valentín, decide renunciar después del
almuerzo, la fuerza se apaga como si tuviese un
interruptor, o fuese un pequeñito barco obscuro
navegando en el caudal de los ríos
del cuerpo, el cerebro, un monasterio
indefenso en la orilla.
Es en esto que pienso cuando paleo
composta en una carretilla, y cuando
lleno grandes cajas de flores, después
prenso en filas las raíces sin vida de rojas
balsaminas — la súbita mano de la Muerte
siempre lista para salir precipitadamente de
la manga de su voluminoso abrigo.
A continuación, el suelo está lleno de maravillas,
pedazos de hoja como escamas de un fresco descarapelado,
agujas de pino rojo-marrón, un escarabajo listo
para cavar de regreso al suelo bajo la arcilla.
Después de esto, la carretilla es de un azul más salvaje,
las nubes de un blanco más brillante,
y todo lo que escucho es el borde de acero de la escofina
contra una piedra redonda, las pequeñas
plantas mirando hacia arriba cantando, y
y el clic del reloj solar al tiempo que una hora
da paso a la siguiente.
(Versión de Cristina Cárdenas)
meteorito o por una avioneta
mientras lees en una silla en casa. Los peatones
son aplastados por cajas fuertes que caen de
los tejados sobre todo en las tiras
cómicas, pero aún así, sabemos que es
posible, así como lo es el destello de un
relámpago de verano, como el termo que cae,
desparramándose sobre la hierba.
Y sabemos que el mensaje puede
venir desde el interior. El corazón, sin
valentín, decide renunciar después del
almuerzo, la fuerza se apaga como si tuviese un
interruptor, o fuese un pequeñito barco obscuro
navegando en el caudal de los ríos
del cuerpo, el cerebro, un monasterio
indefenso en la orilla.
Es en esto que pienso cuando paleo
composta en una carretilla, y cuando
lleno grandes cajas de flores, después
prenso en filas las raíces sin vida de rojas
balsaminas — la súbita mano de la Muerte
siempre lista para salir precipitadamente de
la manga de su voluminoso abrigo.
A continuación, el suelo está lleno de maravillas,
pedazos de hoja como escamas de un fresco descarapelado,
agujas de pino rojo-marrón, un escarabajo listo
para cavar de regreso al suelo bajo la arcilla.
Después de esto, la carretilla es de un azul más salvaje,
las nubes de un blanco más brillante,
y todo lo que escucho es el borde de acero de la escofina
contra una piedra redonda, las pequeñas
plantas mirando hacia arriba cantando, y
y el clic del reloj solar al tiempo que una hora
da paso a la siguiente.
(Versión de Cristina Cárdenas)
miércoles, 4 de febrero de 2015
Yalal ad-din Rumi : Sombra del árbol desconocido
Un día un hombre se detuvo frente a un árbol. Vio hojas, ramas y frutos. Ningún jardinero supo responderle: nadie conocía el nombre ni el origen. El hombre se dijo: "No conozco este árbol ni lo comprendo; sin embargo sé que desde que lo vi, mi corazón y mi alma se han vuelto frescos y verdes. Vayamos pues bajo su sombra".
martes, 3 de febrero de 2015
Tarjei Vesaas: Sueño sobre puentes nevados
La nieve cae ahora con mayor intensidad,
La manga blanca de tu abrigo se vuelve blanca.
La manga de mi abrigo se vuelve blanca.
Están entre nosotros como
puentes nevados.
Pero los puentes nevados están helados.
Aquí dentro hay vida y calor.
Debajo de la nieve tu brazo cálido
es un dulce peso sobre el mío.
Nieva sin cesar
sobre puentes silenciosos.
Puentes que nadie conoce.
La manga blanca de tu abrigo se vuelve blanca.
La manga de mi abrigo se vuelve blanca.
Están entre nosotros como
puentes nevados.
Pero los puentes nevados están helados.
Aquí dentro hay vida y calor.
Debajo de la nieve tu brazo cálido
es un dulce peso sobre el mío.
Nieva sin cesar
sobre puentes silenciosos.
Puentes que nadie conoce.
lunes, 2 de febrero de 2015
Edgar Bayley: Es infinita esta riqueza abandonada
esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos
islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada.
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos
islas remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada.
domingo, 1 de febrero de 2015
Billy Collins: The Breather
Just as in the horror movies
when someone discovers that the phone calls
are coming from inside the house
so too, I realized
that our tender overlapping
has been taking place only inside me.
All that sweetness, the love and desire—
it’s just been me dialing myself
then following the ringing to another room
to find no one on the line,
well, sometimes a little breathing
but more often than not, nothing.
To think that all this time—
which would include the boat rides,
the airport embraces, and all the drinks—
it’s been only me and the two telephones,
the one on the wall in the kitchen
and the extension in the darkened guest room upstairs.
Alguien que respira
Tal como en el cine de terror
cuando alguien descubre que las llamadas telefónicas
las hacen desde dentro de la casa,
así también yo caí en la cuenta
de que nuestro tierno entendimiento
había ocurrido sólo en mi interior.
Toda esa dulzura, ese amor y deseo,
no han sido más que yo marcando,
cogiendo la llamada en otro cuarto
para encontrar que no hay nadie en la línea,
bueno, a veces una respiración,
pero, con mayor frecuencia, nada.
Pensar que todo este tiempo,
que incluye los paseos en barco,
abrazos en el aeropuerto, y todas esas copas,
no ha habido nadie sino yo con dos teléfonos,
uno en la pared de la cocina
y una extensión en el oscuro cuarto de visitas.
cuando alguien descubre que las llamadas telefónicas
las hacen desde dentro de la casa,
así también yo caí en la cuenta
de que nuestro tierno entendimiento
había ocurrido sólo en mi interior.
Toda esa dulzura, ese amor y deseo,
no han sido más que yo marcando,
cogiendo la llamada en otro cuarto
para encontrar que no hay nadie en la línea,
bueno, a veces una respiración,
pero, con mayor frecuencia, nada.
Pensar que todo este tiempo,
que incluye los paseos en barco,
abrazos en el aeropuerto, y todas esas copas,
no ha habido nadie sino yo con dos teléfonos,
uno en la pared de la cocina
y una extensión en el oscuro cuarto de visitas.
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