Lapidario.
Frases como mazazos:
”Al César lo que es del César y a Dios lo que es de
Dios.”
Pero uno como yo
¿dónde podrá esconderse?
¿Dónde han previsto cueva para mí?
Si yo fuera
pequeño
como el inmenso océano,
me pondría de puntillas en las olas
y con la marea alta haría mil caricias a la luna.
¿Dónde hallar una amada
que sea como yo?
¿Cabría en ese cielo diminuto?
¡Oh, si yo fuera pobre
igual que un millonario!
¿Qué es el dinero para el alma?
Un ladrón insaciable dentro suyo.
A la horda enloquecida de todos mis deseos
no bastan con su oro todas las Californias.
¡Si fuera tartamudo
como Dante
o Petrarca!
¡Encender toda el alma para una tan sólo!
¡Ordenarle que arda con mis versos!
Las palabras
y mi amor
formarían un arco triunfal,
y por él,
majestuosas, irían pasando,
sin un rastro dejar, las amantes de todos los
siglos.
¡Oh, si yo fuera
callado
como el trueno!
Rugiría
Abrazando en un solo temblor el decrépito yermo
terrestre.
Si yo
bramo con toda mi tremenda voz
torcerán los cometas sus brazos llameantes
y llenos de tristeza se dejarán caer.
Los rayos de mis ojos morderían la noche
si yo fuera
sombrío
como el sol.
como el sol.
¡Qué anhelo siento
de alimentar con mi pujante luz
el seno descarnado de la tierra!
Pasaré
arrastrando mi amor.
¿En qué noche,
delirante,
terrible,
qué Goliat me ha engendrado,
tan grande
y tan inútil?
Vladimir Maiakovski
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