martes, 27 de enero de 2015

Tomas Tranströmer: Soledad. II

He vagado largo tiempo
por los campos congelados de la Gotlandia del Este.
Ningún individuo ha estado a la vista.
En otras partes del mundo
hay algunos que nacen, viven, mueren
en un constante gentío.

Estar siempre visible - vivo

ante un enjambre de ojos -
debe dar una expresión facial determinada.
La cara cubierta de barro.

El murmullo sube y baja

mientras se reparten entre ellos
el cielo, las sombras, los granos de arena.

Tengo que estar solo

diez minutos por la mañana
y diez minutos por la tarde.
- Sin programación.
 

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