Existo. ¡Perpetua sorpresa, que es la vida!
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Para quien lo sabe amar, el mundo se quita su careta de infinito. Se hace tan pequeño como una canción, como un beso de lo eterno.
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No sé qué dedos sacan de mi corazón, como una brisa ociosa, la música de las ondas.
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No culpes a tu comida si no tienes hambre.
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-Fruto, ¿Estás muy lejos de mí?
-Estoy en tu corazón, flor.
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No digas "la mañana" y la dejes con nombre de ayer. Mírala y llámala, cada día, por vez primera, como a un niño recién nacido, aún sin nombre.
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Árbol: Tus hojas temblorosas me acarician el corazón como los dedos de un niño chico.
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El amor es la vida llena, igual que una copa de vino.
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Sufrí, desesperé. vi la muerte. ¡Qué contento estoy en este mundo tan hermoso!
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