I.
A ghost,
that loved a lady fair,
Ever in the starry air
Of midnight at her pillow stood;
And, with a sweetness skies above
The luring words of human love,
Her soul the phantom wooed.
Sweet and sweet is their poisoned note,
The little snakes’ of silver throat,
In mossy skulls that nest and lie,
Ever singing “die, oh! die.”
II.
Young soul put off your flesh, and come
With me into the quiet tomb,
Our bed is lovely, dark, and sweet;
The earth will swing us, as she goes,
Beneath our coverlid of snows,
And the warm leaden sheet.
Dear and dear is their poisoned note,
The little snakes’ of silver throat,
In mossy skulls that nest and lie,
Ever singing “die, oh! die.”
Un fantasma enamorado de una muy hermosa dama
siempre disuelto en el aire de las noches estrelladas,
se yergue junto a su almohada, y con dulzura celeste
y sugestivas palabras terrenales, la pretende.
Dulce, cada vez más dulce, es la nota envenenada
de las
pequeñas serpientes de la garganta de plata
que en
musgosas calaveras anidan y se retuercen
siempre
cantando:
muere, oh, muere.
muere, oh, muere.
Alma,
quítate la carne y ven conmigo a la tumba,
nuestra cama
es muy tranquila, hermosa, dulce y oscura,
nos acunará la Tierra con sus rítmicos vaivenes
bajo sábanas de plomo, bajo edredones de nieve.
Cada vez más
atrayente es la nota envenenada
De las
pequeñas serpientes de la garganta de plata
que en musgosas
calaveras anidan y se retuercen
siempre cantando:
muere, oh, muere.
muere, oh, muere.
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