viernes, 28 de noviembre de 2014

Herman Melville: Ante el esqueleto de la ballena.

"Qué vano e insensato, entonces, pensé, que el tímido hombre que no conoce mundo trate de comprender correctamente esa portentosa ballena solo con echar una ojeada sobre su aminorado esqueleto muerto, desplegado en este pacífico bosque. No. Únicamente en el corazón de los más palpitantes riesgos; únicamente al estar en los remolinos de sus iracundas palmas; únicamente en el profundo mar ilimitado puede la ballena, enteramente guarnida, ser auténtica y vitalmente revelada".

Fragmento del capítulo "Mediación del esqueleto de la ballena", de Moby Dick.

No hay comentarios:

Publicar un comentario