¿El cuerpo tiene más hambre,
o el alma?... ¿Y de qué? Si hago
el gusto del cuerpo, el alma
es la que ansía... ¿qué? Si, harto,
hago lo que el alma quiere,
anhela el cuerpo... ¿qué? Hastiado
el cuerpo, el alma es de oro;
el alma, el cuerpo es el áureo.
¡Amor del alma y del cuerpo!
¡Cuándo ¡ay! llegará, cuándo,
la luna de miel eterna
de los dos enamorados!
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