Se pasa uno la vida buscando, se consume el cigarro
y no se ve huella. Pero a veces
se percibe el destello,
su fracción de segundo: un brumoso mar en llamas
en ojos desconocidos. ¿Es eso lo que querían
esquivar, la nieve cuando cae del alero,
mientras juntos giramos alrededor del sol?
A esos instantes
tú los llamas eternos,
yo amor, él soledad.
Alguien sugiere “belleza”
pero lamenta no haberla visto.
En una aguja del pino el bosque entero.
Traducido del finlandés por Pura López Colomé y Magnus William-Olson
No hay comentarios:
Publicar un comentario